sábado, 3 de enero de 2009

LA IMPORTANCIA DE LA VALORACION ECONOMICA AMBIENTAL, EN EL ENFOQUE DE DESARROLLO SOSTENIBLE


Escribe José Guillén B.

.Un aspecto importante en el objetivo de lograr el desarrollo sostenible en las diversas actividades humanas, lo constituye la preservación del ambiente, y es precisamente la dificultad de equilibrar la importancia de este elemento en comparación con los ingresos económicos que le proporciona a los Estados las diferentes actividades generalmente e corte extractivo, lo que lleva sobre todo a los economistas, a ensayar formulas de valoración económica ambiental, que permitan contrapesar las decisiones de levar o no a efecto determinada actividad económica.


Un caso emblemático en cuanto a conflicto de intereses económicos fue el que se dio entre la poderosa empresa minera canadiense Manhatan Minerals, y los agricultores de Tambogrande en la región Piura al norte del Perú. Los tambograndinos lograron hacer prevalecer la importancia de la actividad agrícola en un valle subtropical productor de limón por excelencia, por sobre la posibilidad de una explotación minera, que generaría ingentes ingresos para el erario nacional pero que seguramente no habría repercutido directamente a contribuir con la mejora del ingreso per-capita de los agricultores y demás pobladores, que verían además mermado el valor de los suelos agrícolas.


En realidad el conflicto referido no permitió un ensayo a ciencia cierta de una metodología que permitiera demostrar en la práctica que era mas rentable la actividad agrícola que la minera, considerando que la primera es mas amigable con el medio ambiente, al margen de las posibles aplicaciones de agroquímicos en general, solo fue un reflejo de cómo el poblador percibía el efecto de ambas actividades para con su economía y bienestar.


El caso de Cerro Quillish es aun mas ilustrativo respecto a como puede influir una abierta percepción del valor de un bien común. En la provincia de Cajamarca, al no-este del Perú, su Municipalidad Provincial emitió el año 2000 una Ordenanza declarando la intangibilidad del Cerro Quillish, por su importancia como fuente de agua para abastecimiento al agro y a la población urbana. La Minera Yanacocha cuyo propósito de expansión para su explotación de oro era evidente, presentó una moción de amparo contra la referida Ordenanza, la que para sorpresa de propios y extraños fue rechazada por el Tribunal Judicial de la zona, bajo el principio de que “el bien común prevalece sobre el bien privado”. Este es un ejemplo claro, práctico de cómo un criterio económico puede definir un conflicto a favor de la protección de una zona por su importancia ambiental.


Sin embargo son muy pocos los esfuerzos por utilizar métodos económicos para valorar bienes ambientales. Por ejemplo, si hubiésemos pretendido valorar el ambiente en los casos antes descritos, nos encontraríamos con la existencia de mercados reales que nos proporcionan una pauta de su valor. Para el caso de Tambogrande, la zona agrícola y el costo de las cosechas de limón nos permiten la aplicación de un método indirecto dentro de un mercado convencional. Lo mismo el caso de Cerro Quillish, en donde podríamos aplicar una metodología aprovechando el precio de mercado del servicio de agua potable y posiblemente el costo de canon por uso de agua agrícola, ¿pero que sucede con los bienes ambientales que no tienen precio de mercado?. Para estos casos existen métodos de valoración directa. La biodiversidad, el aire, y el paisaje encajan dentro de este grupo de bienes que a veces pasan desapercibidos pero que son tan importantes para nuestra coexistencia.




En conclusión es cada ves mas importante que los expedientes para proyectos, estudios de impactos ambientales y otros instrumentos relacionados, incorporen la valoración económica de los bienes ambientales como un elemento tangible que permita guardar un equilibrio de las tres dimensiones del Desarrollo Sostenible. Esta no es solo una tarea de los economistas, lo es también de la ciudadanía en general, del poblador común, que pese a no aplicar instrumentos matemáticos de valoración económica, si cuenta con la suficiente percepción de lo que realmente posee un valor que le proporcione mayor bienestar en comparación con lo que no le agrega valor a su núcleo familiar, a su cultura ancestral o a su entorno ambiental.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me pareció muy interesante, porque es importante ver ejemplos de como en algunos lugares de nuestro país se respeta el ambiente y el habitat en donde se vive, tb en donde se prefiere elegir una actividad económica que favorezca a toda una comunidad, la economia y la ecologia tienen q ir a la par para tener un país avanzando.