Escribe José Guillén B.
El Foro Ciudades para la Vida presentó recientemente el libro “Aportes a la Construcción Sostenible en el Perú” el cual esta dirigido a contribuir a situar este concepto en la actividad constructiva de nuestro país.
Revisando el enfoque que se tiene sobre construcción sostenible en los países industrializados o de economía consolidada, apreciamos que cada vez se centran mas en la realización de edificaciones de grandes dimensiones y elevados costos como los casos de las torres del Trade World Center de Bahrein(1), con sus sofisticadas hélices ubicadas en tres puentes que las unen y que proporcionan el movimiento a las turbinas generadoras de hasta el 15% de la emergía que se suministra a ambas torres, o el caso de el edificio de la Escuela de Artes Diseño y Comunicaciones de la Universidad Tecnológica de Nanyang(2) en Singapur, con sus pomposos jardines que ocupan sus techos mediante un diseño de lomas armonioso con su entorno.
Para los países en vías de desarrollo como el caso del Perú, tales inversiones pueden considerarse prohibitivas o al menos un lujo que podría corresponder solo a los empresarios privados, puesto que nuestro enfoque debe privilegiar el desarrollo del concepto de sostenibilidad en la construcción sobre las poblaciones de mas bajos recursos.
Justamente la estrategia propuesta en este libro nos plantea grupos distintos de intervención en los que sobresalen por su mayoría, aquellos que congregan a las poblaciones de mas bajos recursos y sobre las cuales debemos dirigir nuestros mayores esfuerzos.
La idea es priorizar temas puntuales como el ahorro de agua y energía, el uso de materiales inofensivos a la salud humana, la ubicación de las viviendas en zonas seguras básicamente.
La estrategia aporta además la necesidad de generar un grupo impulsor para el tema, que este conformado por todas las instancias vinculadas a la construcción, además de generar un instrumento inicial que permita una valoración en términos de ecosostenibilidad de los edificios.
Si bien la propuesta se centra en el concepto de construcción sostenible, no debemos olvidar que toda actividad de por si debe tender hacia un desarrollo sostenible que involucre sus tres componentes. Siendo el caso de la estrategia, propuesta, al estar dirigida a grupos sociales de bajos recursos incluye el componente social, al permitir ahorro de recursos económicos a través del ahorro de agua y energía incluye el componente económico, pues del mismo modo se ahorra dinero si se gasta menos en los servicios, y a la vez recurrir a materiales no nocivos, con lo que se esta incluyendo el componente ambiental.
Por lo pronto, el estado ya asumió algunos programas, como el que promueve SEDAPAL facilitando creditos para instalación de sistemas ahorradores de agua, la investigación del PET como componente de bloquetas para la construcción, la calefacción solar para zonas rurales, estas últimas a cargo de SENCICO, solo falta oficializar el tema y que todos, sociedad civil, Estado y empresas privadas pongamos manos a la obra para iniciar el reto. Queda pendiente el lograr establecer una certificación ambiental para edificaciones, que no signifique como algunos lo describen, solo un "sellito en la frente", sino que sirva verdaderamente para que se ejerza una presión sobre las inmobiliarias a traves de los clientes que adquieren los inmuebles, los que deben aprender que la vivienda debe ser un espacio de calidad, que le debe brindar garantias a su salud, y a su economía.
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